Si tu estilo es el de una novia romántica y coqueta, en tu vestido de novia no puede faltar el encaje. Su aire barroco y vintage te aportará ese toque de autenticidad que te hará sentir como una princesa…
Nacido en Venecia a mediados del siglo XVI, el encaje es un tejido delicado y artesanal, muy utilizado en los vestidos de novia. Aunque es tendencia en las colecciones modernas, se trata de un estilo que probablemente ya estuvo presente en las bodas de nuestras madres o abuelas. Lo habrás visto en muchos de los diseños elegidos en bodas reales. La última en lucirlo fue Kate Middleton en su enlace con el príncipe Guillermo de Inglaterra, con un fabuloso vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen, bordado a mano por la Real Escuela de Costura.
El encaje aporta a los tejidos una textura voluminosa y vaporosa. Por ello, busca vestidos que lo incorporen en aquellas partes de tu figura que quieras resaltar. Por ejemplo, si tu objetivo es disimular caderas, evita el encaje en esa zona y elige un modelo que lo incluya únicamente en la parte del busto. O al revés. De esta manera, sacarás a relucir lo mejor de ti.
El universo de los encajes es muy amplio y comprende diferentes estilos y modalidades. Se trata de un tejido compuesto por hilos de algodón, seda, lino, calados o trenzados con diferentes formas y dibujos. Sus aplicaciones son infinitas. En vestidos de novia puedes encontrarlo a modo de detalle, en cuerpo, cola, cuellos o mangas e incluso hallar modelos realizados en su totalidad con este tejido ornamental.
Existen diferentes tipos de encaje. El tul es un tejido más ligero elaborado con hilos cruzados, tanto de seda como de algodón o fibras sintéticas. Se caracteriza por sus pequeños agujeritos, que pueden variar dependiendo de la calidad del mismo. En vestidos de novia suele utilizarse el tul petit pois, muy suave y vaporoso.
La blonda es similar al encaje, pero está tejida con hilos más finos y delicados, por lo que su producción es más costosa y su precio algo más elevado. El crochet o ganchillo, es un tejido de punto realizado con una aguja corta. La puntilla destaca por sus bordados acabados en punta o pico. El encaje de guipur es más espeso y está bordado sobre tul, mayoritariamente con aplicaciones de pedrería, perlas o cristal. Existe también el encaje chantilly, más fino y con menos grosor y el llamado, encaje rebrodé.
Todos estos tejidos están presentes en la colección La Sposa de Pronovias y añaden un plus de romanticismo a muchos de sus modelos. Por ejemplo, el modelo Inneca está elaborado en tul petit pois y cuenta con aplicaciones de encaje rebrodé y pedrería de cristal. Por otro lado, el modelo Ibbes es una buena opción si deseas destacar la parte del busto, pues cuenta con aplicaciones de encaje chantilly en la parte superior.
Los modelos Idalina e Idelisse son dos ejemplos de encaje con transparencias. El primero, destaca por su escote barco de tul con aplicaciones de guipur y el segundo te gustará por sus detalles de encaje, chantilly y pedrería blanca. ¿Con cuál te quedas?